lunes, 25 de enero de 2010

Realidad o Ilusión ?

Este planeta en el que vivo es pequeño y se llama “Realidad”. Pero a veces le cambio el nombre y lo llamo “Ilusión”. No sé cuando soy feliz... si cuando lo llamo “Realidad” o cuando lo llamo “Ilusión”. “Realidad” es cuándo tenés miedo... pero te inventas un abrazo y le pones su rostro, su olor, la fuerza de su cuerpo. Es cuando la canción suena desentonada, pero te haces la que no te das cuenta. “Realidad” es cuando llamas por teléfono y ningún amigo te contesta... no están o están tan ocupados que no devuelven el llamado. Para ser sincera, cuando llaman es cuando necesitan contarte un problema y recibir una palabra de apoyo, de aliento, una frase que les aclare el pensamiento y les saque la angustia. Pero tu angustia... ¿a quién le interesa? Aprendiste a callarte. Para no asustar a nadie. Para no espantarlos. Ya sabes que no te van a dar una solución, que temen “contagiarse tus penas”, y quién sabe dónde, pero dónde... han aprendido a mostrarse interesados por lo que les ocurre a los demás... y a los pocos minutos borran, arrancan, olvidan, se vuelven amnésicos para recordar cualquier cosa que no sea su propio ombligo.Las palabras rotas se convierten en cuchillos. De palabras rotas y llantos no llorados están hechas las nieves de los picos más altos. Por eso no puedo vivir siempre en el pequeño planeta “Realidad, y doy vuelta el cartel de su nombre porque del otro lado dice “Ilusión”. En “Ilusión” no hay desencuentros ni despedidas. Todos llegan para quedarse.Todos te abrazan, sonrientes.Todos te necesitan y te quieren. Leen en tu frente lo que estás pensando; no hay que explicarles nada... y podes recostar tu cabeza en su hombro... y él se queda quieto, así te dormís y el sueño disuelve el diamante perfecto del dolor. En esas fotos no falta nadie. Nadie puede escaparse de una foto. ¿Quién querría hacerlo? Cuando en el planeta “Ilusión” es de noche,Él, que jamás te dijo que necesitaba un tiempo para poner sus ideas en orden... Él, que cada vez que estabas por dejar de quererlo, aparecía un ratito con promesas y al día siguiente barría sus huellas para que no supieras a dónde se había ido... No... No es así... lo que pasa es que me estoy confundiendo. No es fácil llorar en un planeta y que tus lágrimas hagan brotar las rosas en el otro. Que en un planeta te amen y en el otro... Pero no puedo cambiar las cosas; fundir los dos planetas. Sé que manteniendo este orden de dicha y de dolor, sin mezclarlos, podré sobrevivir, bah...como todos.

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